La historia, hasta ahora
Hace tiempo que vengo utilizando Kodi como sistema para gestionar y disfrutar de mi colección multimedia. Nunca he sido muy amigo del concepto SmartTV. La idea de una televisión con un sistema operativo propietario que se actualice durante el tiempo justo que el fabricante considere oportuno, y que se quede obsoleto a la primera de cambio, nunca me ha resultado muy atractiva. Es por eso que, desde que las bibliotecas multimedia empezaron a tomar cuerpo en los hogares, mi opción ha pasado siempre por proporcionar a cada televisión un pequeño ordenador actualizable y configurable a mi antojo (Lo que venía a llamarse por su siglas en inglés un HTPC, es decir, un Home Theater PC, relegando el sonido a un amplificador externo con su sistema de altavoces. Por lo mismo, cada vez que he comprado una tele mi criterio se ha centrado siempre únicamente en las prestaciones de su panel, como si de un monitor se tratara. En este sentido, Kodi ha proporcionado un abanico de posibilidades entre las que se incluye la posibilidad de integrar las distintas plataformas de streaming que se han ido apareciendo.
Sin embargo, he de reconocer que a medida que la red se ha ido extendiendo a varios hogares mediante conexiones VPN, la cosa de mantener una única colección multimedia centralizada se ha ido complicando. Además, la (inmerecida) mala fama que ha adquirido Kodi entre los proveedores de contenido ha hecho que ninguno de ellos diera, precisamente, facilidades para la elaboración de addons y, mucho menos, la aparición de versiones oficiales de los mismos. Así que, poco a poco, ha sido necesario ir incorporando algunos de estos infames sistemas operativos, bien en forma de dispositivos externos, bien incluidos en alguna tele nueva que ha resultado necesario adquirir.
La situación actual
Digamos que dispongo de un viejo pero fantástico panel de plasma, cuya mayor inteligencia consiste en disponer de conector HDMI, y al que no tengo la más mínima intención de renunciar. Así que decido actualizarlo con un dispositivo FireTV. Y por otro lado, otro televisor, digamos, imprescindible, hace puf y, entre las ofertas del momento encuentro una muy buena oportunidad en lo que se refiere a calidad de imagen pero animada con un infame Tizen TV. La pregunta ahora es cómo compatibilizar estos dispositivos de diferentes propietarios con algún tipo de sistema centralizado que me permita compartir mi biblioteca multimedia. Y, si bien temo por el resultado a largo plazo de estos sistemas, lo cierto es que, de momento, he conseguido encontrar un compromiso entre el uso de sistemas abiertos y su interoperabilidad con los dispositivos propietarios. Y ya veremos lo que depara el futuro.
Lógicamente, la solución pasará por un sistema cliente-servidor de código abierto que disponga de aplicaciones cliente capaces de ejecutarse en los distintos sistemas propietarios. Tras un poco de búsqueda emergió de manera natural el proyecto Jellyfin. La aplicación cliente está directamente disponible en los repositorios de FireTV. No así en los de Tizen, si bien existen compilaciones para el mismo. El reto consiste ahora en instalar esta aplicación no oficial en un televisor Tizen.
La instalación del cliente
Lo primero es poner la tele en modo desarrollador. Para eso, entramos en el hub, seleccionamos la pestaña ‘Aplicaciones’, vamos al botón de configurar y, una vez dentro, pulsamos el botón ‘123’. Entonces, introducimos el código ‘12345’ (No olvidar el botón ‘Hecho’). Aparecerá una ventana dándonos la opción de configurar la tele en este modo y de especificar la máquina desde la que vamos a cargar el programa.
Lo siguiente es generar un certificado de desarrollador que guardaremos en la máquina desde la que trabajaremos, cuya IP hemos configurado en la tele en el paso anterior. Para ello nos bajaremos el software oficial de Samsung Tizen Studio e instalaremos las siguientes extensiones:
Tizen Studio -> Tools ->Package Manager
- Main SDK
- Tizen SDK Tools
- Baseline SDK
- Certificate Manager
- Baseline SDK
- Tizen SDK Tools
- Extension SDK
- Extras
- Samsung Certificate Extension
- TV Extensions Tools
- Extras
Se generan los certificados según las mismas instrucciones de la web que, en mi caso, van a parar a:
(CocoDev es el nombre que he asignado al certificado)
~/SamsungCertificate/CocoDev/
Finalmente, para instalar la aplicación basta con correr el siguiente comando, el cual descarga automáticamente la última versión de la aplicación, compilada automáticamente a partir de los repositorios de github, y la carga remotamente en el televisor. Gracias sean dadas al hacedor, Georift, que ha tenido a bien proveernos de esta utilidad.
sudo docker run --rm -v "/home/david/SamsungCertificate/CocoDev/author.p12":/certificates/author.p12 \
-v "/home/david/SamsungCertificate/CocoDev/distributor.p12":/certificates/distributor.p12 \
ghcr.io/georift/install-jellyfin-tizen 192.168.1.131 Jellyfin "" 'CocoLiso1'
Para los que no estamos muy acostumbrados a utilizar Docker, notar que especificamos la ubicación física de los archivos de certificados y, a continuación, :/certificates/. Esta ruta se refiere al punto de montaje del contenedor docker en el que estarán disponibles los archivos. Se crea y se monta automáticamente, y es para uso exclusivo de la aplicación en su contenedor. No hace falta, por lo tanto, copiar los certificados a ninguna parte.
Podría decir que la domótica ha sido mi pasión desde antes de que existiera. De alguna manera, ya de niño me resultaba natural (y excitante, todo hay que decirlo) soñar con hogares en los que se realizaran de manera automática cuantas más tareas mejor, con el objeto de proporcionar comodidad, seguridad… y un poquito de fascinación. Así, resultó casi inevitable que, a medida que la tecnología y mi conocimiento sobre ella fueron progresando, me dedicara a imaginar y explorar sus posibles aplicaciones en el ámbito del hogar. Y resultó algo providencial que mi trayectoria profesional en el campo de la ingeniería estuviera marcada durante una década por el I+D en esta disciplina. Lamentablemente, por aquel entonces la domótica aún resultaba demasiado compleja y cara. Aún así, puedo decir que cumplí mi sueño de vivir en un hogar lo más automatizado posible en una época en la que ese tipo de cosas todavía se veían como algo de ciencia ficción. De hecho, la foto que ilustra este apartado está inspirada en la imagen que le vino a un antiguo compañero del colegio cuando, entre cervezas, le expliqué a qué me dedicaba.

