Acceso remoto SSH con clave pública

El acceso a un servidor mediante el uso de clave pública es una alternativa cómoda y segura al tradicional acceso con contraseña. Para ello, lo primero que tenemos que hacer es generar un par de claves pública y privada en el mismo cliente desde el que queramos acceder al servidor por primera vez:

~$ ssh-keygen
Generating public/private rsa key pair.
Enter file in which to save the key (/home/<USER>/.ssh/id_rsa): 
Enter passphrase (empty for no passphrase): 
Enter same passphrase again: 
Your identification has been saved in /home/<USER>/.ssh/id_rsa
Your public key has been saved in /home/<USER>/.ssh/id_rsa.pub
The key fingerprint is:
SHA256:mU/wwq4it1/2pIYfl9o5hM4WughDxubXZuGDvR9vo78 engineer@home
The key's randomart image is:
+---[RSA 3072]----+
|                 |
|                 |
|        .        |
| .     . =       |
|  =   . S.o      |
| =   = oo+..     |
|  + o B=*o=      |
|  .+o+o*=@+.     |
|   oo+=**+E+     |
+----[SHA256]-----+

Al generar las claves podemos dejar todos las opciones por defecto, en cuyo caso se nos generarán los archivos correspondientes a una identidad genérica de nombre id_rsa en el directorio /home/<USER>/.ssh/ Sin embargo, es posible y, en ocasiones, aconsejable, utilizar un nombre personalizado para dichos archivos. De esta manera podemos crear varias identidades diferentes, lo que nos permitirá acceder a los servidores remotos bajo diferentes nombres de usuario. En nuestro ejemplo, los archivos creados son los siguientes:

ls ./.ssh/
id_rsa id_rsa.pub

Como podemos ver, la clave pública se guarda en un archivo con la extensión .pub, mientras que la clave privada está en un archivo sin extensión. Cada vez que generemos un nuevo par de claves, éste es el lugar en el que se almacenarán. Por supuesto, las claves pueden ser copiadas de una máquina a otra para poder conectarnos desde diferentes lugares.

En este sentido, es evidente que sólo será necesario generar un nuevo par de claves si no las hemos generado previamente en ésta o en cualquier otra máquina. En este caso, podemos saltarnos este paso y, simplemente, asegurarnos de tener las claves que queremos utilizar en este directorio.

Ahora ya podemos enviar nuestra clave pública al servidor al cual deseamos tener acceso para que nos reconozca a través de la clave privada, la cual permanecerá a buen recaudo en nuestro ordenador cliente.

ssh-copy-id <USERNAME>@<HOSTNAME>

O bien, si hemos especificado un nombre personalizado para el fichero (sin extensión):

ssh-copy-id -i <identidad> <USERNAME>@<HOSTNAME>

Obviamente, necesitamos tener acceso al servidor remoto mediante nombre de usuario y contraseña, los cuales se nos pedirán a continuación. El programa cliente ssh de nuestra máquina local conectará entonces con el servidor y transferirá la clave pública de la identidad especificada, la cual quedará almacenada en el servidor.

A veces, sobre todo si hemos elegido un nombre personalizado para la identidad, puede ser necesario especificar el directorio en el cual se encuentran las claves, es decir: ./.ssh/<identidad>

Insistimos en este punto: A pesar de que cuando especificamos la identidad en el comando anterior no ponemos la extensión, con lo que en realidad la ruta que hemos de escribir coincide con la de la clave privada, la única clave que se transfiere al servidor es la clave pública. Como regla general, una clave privada debe siempre permanecer en nuestro poder y jamás debería ser subida a ningún servidor público ni copiada a ninguna máquina que no está directamente bajo nuestro control y que sea lo bastante segura. Por algo se llama privada.

Y ya está. Sólo nos queda comprobar que podemos conectarnos sin problemas. Como al subir la identidad ésta queda asociada al nombre de usuario podemos, simplemente, escribir:

ssh <USERNAME>@<HOSTNAME>

¿Y si no puedo entrar?

En primer lugar, deberíamos comprobar que el servidor remoto ssh está correctamente configurado para aceptar conexiones mediante autenticación por clave pública. Ésta es la configuración por defecto, por lo que, en principio, no debería ser necesario. Sin embargo, cuando la cosa no funciona, éste uno de los puntos a comprobar, sobre todo si hemos estado toqueteando la configuración del servidor, la cual se encuentra en el siguiente archivo:

sudo nano /etc/ssh/sshd_config

Y comprobar que el parámetro PubkeyAuthentication no esté inadvertidamente configurado en no

Por cierto, ya que estamos, para incrementar la seguridad no está de más desactivar el acceso mediante contraseña:

PasswordAuthentication no

Otra causa frecuente por la que puede estar fallando es que el cliente no esté seleccionando de manera automática la identidad correcta. Esto puede pasar cuando ya llevo un tiempo creando y borrando identidades para entrar en distintos servidores bajo diferentes cuentas. En cualquier caso, la manera de asegurar el tiro es tan sencillo como explicitar la identidad de la que se trata:

ssh -i .ssh/identidad <USERNAME>@<HOSTNAME>

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